El amiguito Dan, nuestro nuevo héroe de la semana, jamás se imaginó que el simpático e improvisado juego que inventaron sus subnormales camaradas con algunos artículos de ferretería, iba a involucrar alambres de púas, patadas voladoras y una buena llamarada dorsal para el deleite de las amistades de la Interné que durante los próximos dolorosos diez días se dieron cuenta que probablemente el trío de tarugos se mandaron uno de los favoritos... Gran hueón!!!
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